La impasible mano del orden[]
Los ángeles son la otra cara de la moneda de los demonios, tienen la misma estructura que estos pues son un reflejo de estos, pero opuesto. Al igual que ellos no pueden sentir emociones "negativas" a no ser que se mezclen mucho con los humanos. Si eso pasa (que pocas veces ha pasado), caerían convirtiéndose en demonios. Estos no suelen pasar a las dimensiones y mucho menos poseer a los mortales. Al igual que a los demonios mayores, solo se pueden invocar su "esencia" para cargar hechizos, no traerlos a esta realidad. Los únicos que pueden romper las barreras de las dimensiones son los espíritus humanos que residen aquí por medio de la brujería.
Los ángeles poseen "emociones" superficiales y robóticas. Por la ausencia del mal en sus espíritus (o una gran mayoría de "bien") son incapaces de ver ciertas facetas del ser humano, tratándolos de una forma bastante mecanizada y encajonando todo en blanco y negro, sin grises de por medio. Siendo muchas veces más destructivos que un demonio si el fin justifica lo medios, y el daño colateral... sería como quitar la mala hierba para que crezcan las flores de su jardín. Y pese a que estos no invaden el mundo mortal hoy en día, no les faltan ganas de hacerse también con esta dimensión y moldearla a su gusto. Solo hay un ser angelical que se puede evocar con facilidad por el momento.
- El Sabuesos de los mundos: En caso de combatir contra demonios, un humano podría pedir la ayuda celestial. Para eso podría convocar a un sabuesos de mundos, una entidad que rastrea a todas las criaturas que no deberían estar en este mundos (demonios encarnados) y ladra ante los poseídos. Son entre uno o dos feroces perros blancos de ojos rojos. Su ficha de pnj está en el bestiario. Estos se materializan en el triángulo de evocación, siendo espectros semi-materiales.
